Este jefe tiene distintas versiones según el nivel de dificultad de la mazmorra. El Aprendiz Nigromante es considerablemente más débil que el Señor Nigromante, aunque sus estadísticas son coherentes en todos los niveles.

Es un enemigo de tipo Impío/Eldritch y realiza solo una acción por turno. No tiene PROT, por lo que depende únicamente de su evasión para mitigar el daño.

Es bastante vulnerable tanto a la hemorragia como al veneno, siendo este último especialmente efectivo en las Ruinas, ya que se aprovecha tanto contra los esbirros que invoca el jefe como en las salas anteriores al enfrentamiento.

Aturdirlo puede ser una estrategia efectiva, dado que solo realiza una acción por turno; sin embargo, tiene una alta resistencia al aturdimiento para compensar esta debilidad. 

También tiene poca resistencia al movimiento, por lo que es posible intentar moverlo, aunque siempre tenderá a regresar a la cuarta posición, invocando esbirros.

Primero, es importante mencionar que todas las habilidades del Nigromante invocan un esbirro, incluso si el ataque falla. Además, cada una de estas habilidades mueve al Nigromante hacia atrás, por lo que no resulta muy útil intentar desplazarlo.

En la imagen de arriba se pueden ver los porcentajes de invocación de cada tipo de esbirro cuando el Nigromante usa sus habilidades. Como pueden notar, a medida que aumenta el nivel de dificultad de la mazmorra, también incrementan las probabilidades de que invoque esbirros más poderosos. 

Considero que hay dos estrategias posibles para derrotar al Nigromante.

La primera consiste en ignorar a los esqueletos y centrar el daño en el Jefe. Lo positivo de esta estrategia es que, desde la salida del DLC The Color of Madness, los enemigos que el Jefe invoca están vinculados a él, por lo que, al morir, ellos también lo hacen. Sin embargo, algunos enemigos pueden aplicar guardia al Nigromante, lo que dificulta ignorarlos, a menos que tengas un héroe dedicado a aturdir a los esqueletos que lo protegen. Para esta estrategia, un Hombre de Armas podría ser útil para absorber el máximo daño posible, y una Diabla, con su habilidad Cisne de Hierro, podría atacar al Nigromante en la cuarta posición. No obstante, ten en cuenta que la Diabla no destacará mucho en las Ruinas debido a su daño de hemorragia.

La segunda estrategia es dedicar a algunos héroes a eliminar los esqueletos que el Nigromante invoca, mientras otros se enfocan en dañar constantemente al Jefe. También puedes optar por matar a los esqueletos más peligrosos y dejar a tres esqueletos lo más débiles posibles para que no causen muchos problemas mientras te concentras en el Nigromante. Para esta estrategia, una Abominación o un Leproso pueden ser útiles, pero ten en cuenta que a medida que el Nigromante se aleje del frente, estos héroes no podrán alcanzarlo.